Hoy hace 22 años que perdieron la vida en un fatidico GP de Imola, Senna y Ronald. Hoy los recordamos, porque lo peor que les puede pasar es caer en el olvido.
Fuente de la imagen: Propia
Hoy, 1 de mayo de 2016, se diputará por primera vez en 22 años una carrera de F1. Un hecho insolito, porque siempre se había relegado este día fuera del calendario. En aquel trágico GP de Imola de 1994, pasó todo aquello que nadie quiere que suceda, dos pilotos fallecieron. Siempre hemos hablado de Senna, porque su talento traspaso fronteras, pero nunca deberíamos olvidar a la segunda víctima, Ronald Ratzenberger.
El 1 de mayo de 1994 supuso un antes y un después en la generación que adoraba a la figura de Senna por su manera de pilotar. Ese día, la F1 decidió dar un paso hacia delante en tema de seguridad, un aspecto que Senna siempre había estado sensiblemente preocupado. Desde aquel día la competición reina mejoró exponencialmente su seguridad. Pese a que, en la actualidad, se pone en duda si poner o no el sistema de Halo. Se instale o no, nunca deberíamos olvidar que los pilotos que se suben a un monoplaza corren un riesgo y deberíamos minimizarlo el máximo, aunque, el riego 0 nunca ha existido.
Hoy, es un día de reflexionar sobre la evolución de la F1 desde 1994 y pensar como seguir en esa senda, para evitar nuevas muertes. Aunque, tampoco nunca nos olvidaremos de Jules Bianchi que falleció a consecuencia de las secuelas del accidente que sufrió en el GP de Japón de 2014.
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