Fuente: Propia
Roland Ratzenberger tuvo un paso por la alta categoría discreto. Disputó sólo tres carreras: en Brasil no llegó a clasificarse; en Aida consiguió acabar su primera carrera en onceava posición; y, en Imola, llegó al último capítulo de su vida. A 18 minutos del inicio de la clasificatoria impacto contra la curva Tosa a alta velocidad. Su corazón se apagó ocho minutos después de despegar con el helicóptero, destino el hospital.
Un varapalo para todos los pilotos ya que, no fallecía un piloto durante un GP desde hacía 12 años. 1982. Zolder (Bélgica). Gilles Villenueve a bordo de su Ferrari salió disparado contra las protecciones tras tocar la rueda derecha del coche de Jochem Mass. Aún así, el jarro de agua fría vino el domingo. Un 1 de mayo como el de hoy de hace 24 años, Senna disputaba su última carrera a bordo del Williams. Partiendo desde la Pole, su última primera posición.
"Al estrellarse contra el muro del Tamburello, el brazo derecho de la suspensión delantera se había transformado en una afilada lanza que había salido disparada hacia su cara. Había penetrado con una violencia devastadora en la cabeza de Ayrton, justo por debajo de la visera".
La última noche de Ayrton Senna (Giorgio Terruzzi)
Recordamos, como cada 1 de mayo, la figura de uno de los mejores pilotos que ha corrido en F1. El brasileño fue tricampeón del mundo en once temporadas que participó y sumo un total de 41 victorias, 65 poles y 80 vueltas rápidas, datos que lo catalogaron de leyenda.
Ese día marcó a una generación que adoraba a Senna por su manera de pilotar. Daba igual las poles, victorias o títulos que tuviera, bastaba verle pilotar para saber que tenía un don sobrenatural capaz de hacer vibrar a los aficionados. Es por eso que lo recordamos, porque lo peor que le puede pasar a una persona es caer en el olvido. Mientras los aficionados sigan recordándolo, su legado se mantendrá vivo.
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