lunes, 19 de julio de 2021

Un accidente que lo eclipsa todo

La décima prueba del Mundial probó un nuevo formato especial de fin de semana con Qualy el viernes (sin Poleman), una carrera al sprint el sábado y una carrera normal el domingo. Sin embargo, hoy lunes nadie habla del formato, ni de los pros o contras, ni de cómo acabó el GP de Gran Bretaña. Hoy solo se habla del accidente entre Hamilton y Verstappen. En el blog analizamos que pasó y las consecuencias que tiene para el Mundial. 

Saltaron más que chispas

La lucha por el Mundial este año entre Lewis Hamilton y Max Verstappen tuvo su capítulo más crudo este fin de semana en Silverstone. La tensión era palpable durante el fin de semana: Verstappen llegaba con cinco victorias (tres de forma consecutiva) contra las tres de Hamilton. El británico, que no saboreaba la victoria desde mayo, no quería ceder en casa y no lo hizo. 

Después de celebrar la no-Pole el viernes (recordamos que tuvo un formato especial este GP), el sábado vio como en la salida del "F1 Sprint" Verstappen le arrebataba la primera posición y ganaba la Pole oficial ante su público (el de Hamilton). Con ese contexto se disputó el GP el domingo. 

Hamilton salió mejor que Verstappen, pero el holandés defendió su Pole y mantuvo el liderato. Mientras se enzarzaban en una lucha curva a curva, las gradas con 140.000 aficionados gritaban para alentar a su piloto. Una emoción que duró ocho curvas. Max defendió el exterior de la curva nueve, Copse, cuando Lewis le tocó por el interior. Rueda trasera derecha contra rueda delantera izquierda. En una de las curvas más rápidas del circuito. Resultado: el Red Bull impactó a más de 250 kilómetros por hora contra el muro con una violencia de 51 G. La bandera roja ondeó, el piloto salió por su propio pie del coche (claramente aturdido) y fue trasladado primero al centro médico del circuito y, con posterioridad, al hospital más cercano. Un choque de trenes que eclipsaría lo que quedaba de carrera.

El británico de Mercedes fue sancionado, pero acabó ganando la carrera y recortando en el Mundial 25 puntos. Una maniobra peligrosa que le salió rentable al 44. Una situación que expresó muy bien Horner (aunque, no sea objetivo): "Mandar a un piloto al hospital con una penalización que te permite ganar la carrera no parece una penalización. [...] Comprometió su seguridad, cualquier piloto sabe que un movimiento en esa curva es peligrosísimo. La penalización que recibe es irrelevante".

Una celebración excesiva

No fue un movimiento acertado por parte del británico, ya que comprometió su seguridad y la del piloto contra el que luchaba. Verstappen le dejó espacio, pero es que ninguno de los dos tomó la curva donde pertocaba. Entraban pasados de velocidad al vértice. Era una crónica anunciada. Pero tiene más culpa Hamilton, ya que es el piloto que va por detrás el que tiene la obligación de levantar el pie para no llevarse al otro por delante. Si no podía ser en esa curva el adelantamiento, lo sería en la siguiente... Pero el ansia por querer estar por delante y no dejarle escapar (como hizo el sábado) lo cegó y el impulso le costó caro al 33. 

Por tanto, tiene más culpa el 44 que el 33. Por mucho que Toto Wolff no lo quiera aceptar y acabara enviado incluso un mail a Masi para quejarse. Ahora bien, la sanción parece ridícula. Aunque, los comisarios no penalizan por las consecuencias de una acción, sin por la acción en sí misma (es por eso que solo fueron 10 segundos). 

Sea como fuere, la fortuna sonrió a el 44. La bandera roja le salvó ante el abandono, ya que el equipo pudo reparar la llanta y el alerón delantero (como le pasó en Imola). El Mundial se aprieta, pero no por méritos propios. 

A todo ello, se suma una excesiva celebración por parte el británico cuando acabó la carrera, que me pareció de muy mal gusto. Primero, porque ganó expulsando a su rival en la primera vuelta. Segundo, este aún se encontraba en el hospital sometiéndose a pruebas médicas. Tercero, celebró como si nunca hubiera ganado en Silverstone (lo hizo por octava vez). Y, cuarto, por último, la victoria ni lo sitúa líder ni le otorga el Mundial.

En definitiva, una absoluta falta de respecto, que el propio Verstappen comentó en sus redes una vez salió del hospital. Lo que incendia aún más si cabe este Mundial. La lucha con respeto que habíamos visto hasta ahora, se ha esfumado. Dentro de dos semanas, volverán a saltar chispas en Hungría entre ambos. No cabe la menor duda. 

La cara de la solidaridad

"Actions speak louder than words". Es decir, las palabras se las lleva el viento, pero las acciones permanecen. Y, por mucho "We race as one" y por muy comprometida que esté la F1 y sus pilotos. Al final son palabras....

Aunque, hay uno que destaca por sus acciones (siempre sin publicidad por su parte). El piloto alemán de Aston Martin, Sebastian Vettel, permaneció en el circuito después de la carrera para recoger la basura acumulada en las gradas. Todo ello, tras no lograr acabar la carrera por un fallo mecánico.  

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