Gracias. 💙❤️💛 #f1 pic.twitter.com/Mb9Z5u7gNE— Fernando Alonso (@alo_oficial) 25 de noviembre de 2018
Después de la resaca del GP de Abu Dhabi, una se da cuenta y analiza todo lo que ha sucedido esta temporada. Se han roto récords de la mano de Hamilton y Mercedes. Ha sido un año donde las victorias han estado muy disputadas: 11 para Mercedes, 6 para Ferrari y 4 para Red Bull. En definitiva, un año de emociones con un Mundial más igualado, aún así acabó cediendo la balanza hacia el mismo lado.
Sin embargo, por encima de todo esto, es hora de decir "hasta luego". Hasta siempre temporada 2018 y para muchos pilotos (solo ocho conservaran su asiento) dicen también adiós a su escuderia. Aunque, hay alguien que nos deja con el corazón desolado, porque su marcha es definitiva (por lo menos a priori).
Como decía hoy Antonio Lobato en su columna en El Mundo titulada ¿Cómo es posible que la Fórmula 1 se permita el lujo de perder a Fernando Alonso?: "la parte apesadumbrada de mi ser, que hoy por hoy creo que es la que domina, podría confesar que la despedida de Fernando me duele como una punzada en el alma".
Alonso, un genio que se marcha
Sin duda el gran protagonista de la última carrera fue Fernando Alonso. Fue despedido como un grande, que es lo que es. Toda la parrilla se volcó con él, sino sólo hay que apreciar como Hamilton y Vettel lo escoltaron en la vuelta de honor (sabiendo que se va un personaje muy importante de la historia de la F1).
Para los Alonsistas (yo soy una de ellas) se marcha con un botín demasiado pequeño para el derroche de talento que ha mostrado en las últimas 17 temporadas. ¿Quién sabe que hubiera pasado si Ferrari no hubiera fallado en Abu Dhabi hace ocho años?, ¿quién sabe que habría sido de Alonso si 2007 no se hubiera topado con Hamilton en McLaren?... Ahora una solo puede echar la vista atrás y darse cuenta que cinco, sí cinco, podrían ser los Mundiales en el bolsillo de Alonso. Por causas externas, internas, choques o fortuna... el destino no estuvo de su parte. La figura española más importante en automovilismo buscará, a partir de hoy, nuevas vivencias lejos del gran circo, porque esta en los últimos años le ha dado más disgustos que placeres.
Fernando Alonso es historia de la F1 y de España. Aún fraseando la columna de Antonio Lobato, titulada ¿Cómo es posible que la Fórmula 1 se permita el lujo de perder a Fernando Alonso?, realiza un muy buen análisis de lo que fue la marea "azul" y de lo que sigue siendo: "el fenómeno Alonso no lo generó sólo Fernando, lo hicimos todos. Y esa epidemia, que ahora lamentablemente se extingue, forma parte de nuestra historia. Y cuando seamos aún más mayores y nos pregunten por él podremos decir con orgullo y emoción que tuvimos la suerte de verle, tuvimos la inmensa fortuna de vivir todo aquello".
Toda la razón Lobato, podré decir que viví esa época: que disfruté, reír y lloré con Alonso. Simplemente, gracias Fernando por todo. Gracias!
Para los Alonsistas (yo soy una de ellas) se marcha con un botín demasiado pequeño para el derroche de talento que ha mostrado en las últimas 17 temporadas. ¿Quién sabe que hubiera pasado si Ferrari no hubiera fallado en Abu Dhabi hace ocho años?, ¿quién sabe que habría sido de Alonso si 2007 no se hubiera topado con Hamilton en McLaren?... Ahora una solo puede echar la vista atrás y darse cuenta que cinco, sí cinco, podrían ser los Mundiales en el bolsillo de Alonso. Por causas externas, internas, choques o fortuna... el destino no estuvo de su parte. La figura española más importante en automovilismo buscará, a partir de hoy, nuevas vivencias lejos del gran circo, porque esta en los últimos años le ha dado más disgustos que placeres.
Fernando Alonso es historia de la F1 y de España. Aún fraseando la columna de Antonio Lobato, titulada ¿Cómo es posible que la Fórmula 1 se permita el lujo de perder a Fernando Alonso?, realiza un muy buen análisis de lo que fue la marea "azul" y de lo que sigue siendo: "el fenómeno Alonso no lo generó sólo Fernando, lo hicimos todos. Y esa epidemia, que ahora lamentablemente se extingue, forma parte de nuestra historia. Y cuando seamos aún más mayores y nos pregunten por él podremos decir con orgullo y emoción que tuvimos la suerte de verle, tuvimos la inmensa fortuna de vivir todo aquello".
Toda la razón Lobato, podré decir que viví esa época: que disfruté, reír y lloré con Alonso. Simplemente, gracias Fernando por todo. Gracias!

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